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Denuncias fundamentales

PUBLICADO O 21 DE NOVEMBRO DE 2022 · (0)



CARLA REYES USCHINSKY · CONSULTORA EN COMUNICACIóN Y PRESIDENTA DE EXECUTIVAS DE GALICIA


Probablemente haya mucha gente que no sepa que fue en el año 2000 cuando la ONU decidió declarar el 25 de noviembre como el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Parece mentira que no se haya hecho antes, pero como en casi todo, la ONU es un organismo que avanza a paso de tortuga, igual que muchos estados miembros de la institución. Hoy sólo en dos de cada tres países se ha prohibido la violencia en el hogar, en 37 estados ni se juzga ni se condena a los hombres que violan o pegan a sus esposas o a sus novias. ONU Mujeres ofrece un dato que no por repetirlo pierde fuerza: una de cada 3 mujeres ha sufrido algún tipo abuso durante su vida.

Hoy, cuando escribo estas líneas, un hombre ha matado a su mujer y a su hija de 6 años, luego ha intentado suicidarse, sin conseguirlo, se ve que le ha resultado más fácil asesinar a los suyos que quitarse la vida. A pesar de este crimen brutal, año a año las negras estadísticas “mejoran”.  Aunque resulta difícil hablar de mejoría en un asunto tan doloroso… Los datos siempre parecen fríos, pero no por ello son menos útiles. Son los que permiten analizar, diagnosticar, tomar medidas.

Otros años, a estas alturas de noviembre, el número de mujeres asesinadas en España era mucho mayor.  En el 2003 fueron 71; en 2008, 76; el año pasado fueron 47, y en lo que llevamos de 2022 el Ministerio de Igualdad registra 35 asesinatos (hay casos pendientes de estudio). En Galicia no ha habido, hasta ahora, ninguna víctima mortal por violencia machista, al menos reconocida oficialmente. Y digo esto porque la consideración de asesinato machista o de género está cambiando.

Así, Igualdad contabiliza cinco tipos de asesinatos machistas: feminicidio en la pareja o expareja, el que hasta hace poco se consideraba crimen machista cometido por un hombre con relación sentimental con la víctima; el feminicidio familiar (que se produzca en el entorno de la víctima sin necesidad de relación sentimental), el feminicidio sexual (el asesinato de una mujer sin relación de pareja o familiar), el feminicidio social (el que comete un desconocido, un vecino, un colega) y, por último, el feminicidio vicario (el crimen de un hombre que asesina a mujeres o hijos con la intención de dañar a otra mujer).  

Este cambio puede parecer simplemente de índole estadístico, pero no lo es. Son muchos los casos de asesinatos que no eran considerados “violencia machista” por no haber sido cometidos por una pareja o ex pareja de la víctima. El caso de Diana Quer fue uno de ellos. No creo que el aspecto penal, es decir el endurecimiento de las penas, sea el factor determinante en la reducción de las muertes. Sí creo que el aumento de las denuncias es factor determinante. Las mujeres denuncian porque saben que estarán protegidas, porque a partir de esa denuncia se activa un protocolo. En definitiva, porque las víctimas al fin comienzan a confiar en el sistema.



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