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“La vida vuelve a estar en el centro”



ESTHER GARRIDO · PUBLICADO O 11 DE MAIO DE 2022 · (0)




María Matos nació y creció en Vigo pero dejó su ciudad para irse a Madrid, donde apenas con 24 años se convirtió en la presentadora más joven de la televisión (El Toro e Intereconomía) tras graduarse en Periodismo en la Complutense y hacer un máster sobre comunicación. Dejó los medios en diciembre de 2020 para dar el salto a su actual puesto. Invitada a Vigo por Aproin para hablar de los retos del sector inmobiliario en el Círculo de Empresarios de Galicia el pasado 24 de marzo, hablamos con ella.

Ha habido promotores que han llegado a plantearse un cese temporal de actividad ante la escalada de los precios de las materias primas. ¿Están dejando de iniciarse nuevos proyectos?

En ningún momento creo que se haya decidido a parar, pero sí que se habla de incluir una cláusula de revisión de costes a la hora de que se acabe la promoción. Es unas de las opciones que algunos promotores ponen sobre la mesa porque el coste de los materiales se ha multiplicado de manera exponencial y en todos los sentidos .

¿Subirá entonces el precio de las viviendas pendientes de vender?

Es que el petróleo ha subido un 260 %, la madera un 200 %, el cobre un 80 %, el aluminio, un 100 % y el acero casi un 140 %. Todos los materiales que constructores y promotores utilizan para levantar los edificios están llegando a un límite inasumible. Se plantearon varias opciones, aunque ninguna se de por oficial, pero tienen que explorar alternativas para que les siga siendo rentable. Ya vemos que Alcoa en Galicia le compensa cerrar y pagar las nóminas de todos los trabajadores hasta 2025 que seguir fabricando por el precio de la electricidad. Son costes que esperamos que se regulen durante esta primera mitad del año y sea un respiro para todos.

El Foro da Construción de Galicia dice que cada día de parálisis por la huelga del transporte  suponía perder 20 millones de euros…

En la cita de Vigo contamos con el gerente de la Asociación de Constructores de Pontevedra y nos decía eso: que llevamos una época con demasiados acontecimientos disruptivos. Una pandemia que termina y de repente un conflicto bélico a las puertas de Europa sin podernos casi recuperar. Comentaba que era un momento complicado y que había que intentar, con la Administración, explorar nuevas fórmulas de colaboración para evitar parar la producción. Porque si unos paran al final todos, somos parte de una cadena donde se ven afectadas grande y pequeñas empresas y por tanto toda la economía. 

Si hay algo que tenéis son datos sobre oferta y demanda en la edificación residencial. ¿Cómo estamos en Galicia? 

Pues hemos detectado que la demanda alcanzó máximos históricos en febrero de 2021 con un 18 % de participación, pero ahora hay una tendencia a la baja porque con todas las compraventas que se han realizado el stock se va reduciendo más. Es el principal problema que vemos, que estamos un poco por debajo de antes del impacto de la pandemia.

¿Bajan las ventas o el interés?

No bajan las ventas como tal, de hecho estamos en máximos históricos, sino el interés de compra al ver que no encuentran la vivienda de sus sueños o que no se ajusta a lo que ellos habían pensado.

¿Y cuál es la vivienda de los sueños para los gallegos, ganan peso las áreas residenciales en el entorno de las ciudades, o los centro urbanos siguen teniendo tirón?

Durante 2020 sí que vimos un claro éxodo de la ciudad a zonas más periféricas y también durante 2021, pero ahora los precios vuelven a tensionarse en el centro de las grandes urbes. La vida vuelve a estar en el centro aunque la gente quiere e intenta compaginarlo con amplitud, búsqueda de luz natural y de espacios grandes. También detectamos que ha subido muchísimo la búsqueda de obra nueva, una tipología que suma eficiencia y sostenibilidad con servicios dentro de la comunidad como garaje, además de que suelen estar bien orientadas.

Sin embargo parte de los fondos Next Generation están enfocados a rehabilitar precisamente las viviendas antiguas, ¿es el cliente o el promotor el que prefiere lo recién construido?

Es cierto que va a haber una importantísima partida por parte de la Unión Europea, unos 6000 millones van a ir para la rehabilitación. Pero si en 2021 detectamos que se había perdido miedo a la reforma, la vivienda de segunda mano estaba en auge y la gente no tenían dificultades para poner ese reembolso a mayores en la reforma… estamos viendo que la vivienda de obra nueva sube porque es más cómoda, se prefiere el trabajo hecho. No es lo mismo comprar una vivienda en un edificio de 40 años y que hagas tu piso más eficiente o que ya venga todo el edificio construido de forma eficiente, se reparten los gastos entre todos los propietarios.

Y las zonas gallegas con mayor aumento de demanda de compra ¿son las clásicas de siempre? ¿A Coruña, Vigo, Oleiros, Rías Baixas?

Sí, principalmente la oferta y la demanda tanto en compra como alquiler se distribuye en A Coruña y Pontevedra. Si que en A Coruña la situación estaba más equilibrada y en Pontevedra notamos un gran desfase: hay muy pocas viviendas en alquiler para la demanda de inquilinos y eso ha hecho que desde 2016 el precio haya subido un 40 %. Luego, si nos fijamos en el ranking de concellos, Pontevedra estaba por encima del precio de compra y alquiler con bastante holgura con 1.868 euros el metro cuadrado y Coruña en 1.607 pero Pontevedra seguía creciendo interanualmente en precio de compra. En alquiler, A Coruña recoge un porcentaje mayor de crecimiento con un 7 % y Pontevedra con un 4 %, aunque con precios más altos.

¿Qué está pasando por el interior?

En Ourense vimos descenso de precios de alquileres, quizás porque los universitarios dejaron los pisos por las clases online en la pandemia volviendo a sus casas. También hemos detectado algo muy inusual: que en Lugo hay más oferta que demanda de alquiler, no es habitual. Es poca diferencia, dos puntos porcentuales, un 6 % de oferta y un 4 % de demanda, pero por eso los precios no suben.

Y ¿cómo valoráis la polémica Ley de Vivienda estatal, que no acaba de gustar parece que a nadie?

Pues creemos que tiene muy buenas intenciones pero las medidas no son eficaces y pecan mucho de intervencionista sin políticas incentivadoras fiscales. Realmente, para poder dar una seguridad jurídica tanto a los propietarios como a los inquilinos, no solo deberían centrarse en medidas punitivas a los grandes y pequeños propietarios congelando rentas durante tres años, lo que no ataja el problema de raíz. No se va a conseguir nada porque la oferta se reducirá al proponer medidas desincentivadoras. Lo que habría que hacer es ampliar el parque público de alquiler, fomentar el alquiler social. Porque cuando estás limitando ese tope para grandes propietarios no llega a muchas viviendas, ya que más del 85% del parque está en manos de pequeños tenedores, por lo que va causar que la oferta se contraiga generando el efecto contrario al deseado. Y si hay menos viviendas quienes lo van a pasar peor son los colectivos mas vulnerables.

¿Es desproporcionada la reserva para vivienda social?

Los promotores afirman que esa reserva del 30 % en nuevas promociones lo que causaría es una huida de los municipios donde se fuese a implementar. Como ha pasado en Cataluña con una ley similar en la que el 10 % ha parado inversión, el 50 % la han reducido y otros se han ido a otras Comunidades. Y el Consejo General del Poder Judicial ha dicho además que la Ley de Vivienda  tiene muchas dudas legales en cuanto a su constitucionalidad, porque se mete en las competencias de las CC. AA. generando más litigiosidad, que es lo que menos necesitamos, proyectar la imagen al exterior de que cambiamos leyes continuamente. El clima de confianza que necesita un mercado tan sensible como el de la vivienda no se conseguirá con una ley que tiene a todo el sector en contra.

(Entrevista publicada en el número 371 – abril 2022)



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