Arkaitz Carracedo: “A los biobancos no se les da la importancia que realmente tienen”
¿Cómo surge tu vocación investigadora?
Surge gracias a la motivación de un profesor. Considero que la docencia y un buen docente son fundamentales para definir estos aspectos en el futuro profesional de un alumno. Es importante tener buenos docentes y que sean capaces de ilusionar, como fue mi caso.
La biología molecular estudia las moléculas celulares de los seres vivos, unidades muy pequeñas. ¿Nuestros gestos o acciones “microscópicas” influyen en ellas hasta el punto de desarrollar o no una enfermedad?
Mi opinión es que todo deriva de una tormenta perfecta. La mayoría de enfermedades que padecemos son enfermedades complejas, condicionadas por una suma de factores, que incluyen la carga genética de nuestros padres, el estilo de vida y los factores ambientales. Por sí solo, un proceso debería ser muy potente para desarrollar una patología. Por ejemplo, que heredemos una alteración genética dominante o que tengamos algún evento dramático que nos exponga, como el amianto o la radiación. Pero sin esos factores, es el sumatorio de todos ellos los que determina si una enfermedad se desarrolla o no. Esto nos tiene que llevar a ser conscientes de que la vida saludable se basa en un equilibrio, no en ningún extremo.
¿Los fármacos que tomamos habitualmente influyen en nuestro organismo?
La realidad es que cualquier fármaco que tomemos de forma crónica, será un factor que va a vivir en nuestro cuerpo y que alterará la función de nuestro organismo. Un fármaco para el colesterol también va a afectar en las células sanas de nuestro cuerpo, para bien o para mal. Todas las células de cáncer están siendo evaluadas para su adaptación al entorno.
Explicas que las células de cáncer no inventan nada nuevo, son los mismos mecanismos que nuestro cuerpo utiliza.
Cada célula de nuestro cuerpo tiene la misma enciclopedia: 23 tomos de nuestra madre, y 23 de nuestro padre. Pero cada célula lee unos capítulos concretos y esto es lo que hace que posean funciones distintas. Las células de cáncer tienen la capacidad de “piratear” el sistema y robar las funciones del resto de células.
Algunas técnicas diagnósticas como el PET utilizan la glucosa para iluminar los tumores. ¿Deberíamos tener cuidado con el azúcar?
Nuestro cuerpo mantiene el azúcar en la sangre de una manera muy constante. Eliminar el azúcar de la dieta no va a impedir que nuestro cuerpo genere el azúcar en sangre, que es el que utilizan las células de cáncer para conseguir energía. Estas van guardando una parte muy importante de ese azúcar para construir nuevas células tumorales. El azúcar no es un factor crítico, pero es un factor importante a tener en cuenta. Las dietas que son demasiado ricas en azúcares o carbohidratos, o en grasas, rompen ese equilibrio en el organismo y les da un empuje a las células tumorales que se pueden beneficiar de ello.
¿Como fomentáis la creatividad en los grupos de laboratorio?
Se fomenta cuando tienes a gente que está comprometida con el trabajo que hace y están haciendo algo que quieren hacer. Es esencial generar un ambiente distendido, centrándonos en las preguntas y el por qué, con el objetivo de querer saber e intentar entender. El mejor ejemplo son los niños. La generación menor de 45 años son jóvenes científicamente excelentes que, además, vienen con un espíritu de colaboración y curiosidad fantástico. Actualmente el ámbito sanitario es cortoplacista. Una persona joven en un sistema cortoplacista no alineado con la propia naturaleza del trabajo es difícil de motivar porque se generan muchos conflictos vitales y profesionales. El sistema científico tiene que cultivarse a largo plazo, y formar personas, no simplemente producir artículos o resultados.
En biología computacional explotáis datos clínicos y moleculares de los pacientes. ¿Como de importantes son los biobancos en investigación?
Son herramientas muy importantes que protegen la identidad y la información del paciente, pero no están planteados de una manera esencial. No se les da la importancia que realmente tienen. Estas plataformas tienen que estar dotados y dimensionados para hacer este trabajo, ninguna muestra clínica debería ser utilizada sin pasar por un biobanco.
¿Podemos ser optimistas con los últimos avances?
Cada vez se curan más tumores. Es como si hablamos de la cura contra las enfermedades infecciosas, no existe una única cura, habría muchas. Debemos ser conscientes de que es un cúmulo de enfermedades y que algunos de ellos ya se curan en el 100 % de los casos, el de próstata en más del 80 %, algunos de mama en torno al 80 %. Con otros todavía queda mucho trabajo, como el de pulmón, páncreas o cerebro. Son órganos complicados para acceder a nivel quirúrgico y los tratamientos no son eficaces. En los años 70, solo 1 de cada 4 pacientes con cáncer vivía más de 5 años. Hoy en día, más de la mitad viven más de 5 años. Hemos avanzado mucho. El cáncer no va a desaparecer ni vamos a evitar que lo padezcamos, pero vamos a ir consiguiendo diagnosticar de forma más temprana y de manera más eficaz.
También es una tarea de prevención.
Si conseguimos alinearnos con la investigación y estrategia de gobierno, conseguiremos prevenir la aparición de cáncer porque reducimos los factores de riesgo. Un tercio de los cánceres de pulmón diagnosticados están originados por el tabaco. Simplemente con eliminar eso, tendríamos un impacto tremendo. No podemos evitar que el cáncer aparezca, pero si evitar que algunos cánceres aparezcan.
(Extracto da entrevista publicada no número 400 - setembro 2024)
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