Las deudas ponen a la CEG contra las cuerdas
El pasado 12 de abril se celebraba en la sede compostelana de la Confederación de Empresarios de Galicia –por la que aún deben unos 300.000 euros– un comité y una junta directiva en la que se pusieron las bases del camino a seguir para salir del difícil atolladero en que se encuentra la institución. Parece que no hay dudas sobre la solución, porque pocas salidas quedan en la situación actual; y esa salida pasa por seguir endeudándose. Pero para ello será necesario aplicar un plan de ajuste realmente severo, y ahí es dónde dan en hueso.
A falta de conocer exactamente la situación de la CEG –el presidente, Antonio Dieter Moure, informó al comité y a la junta que tendría la auditoría a finales de este mes y convocaría asamblea general en mayo–, la institución necesita liquidez de forma inmediata y para ello ha planteado a las federaciones provinciales y sectoriales diversas propuestas, desde una rehipoteca sobre la sede central hasta una drástica reducción salarial y de personal.
Pero, ¿cómo ha llegado la CEG a esta situación? Jorge Cebreiros, presidente da Confederación de Empresarios de Pontevedra (CEP), lo atribuye a que “el escenario económico ha cambiado radicalmente desde el inicio de la crisis”. No obstante explica que ese horizonte “era previsible” y que “muchas organizaciones no lo han sabido ver y no han reaccionado a tiempo” y ahora “cada día que pasa es un día perdido para defender nuestras posiciones, y así reafirmar nuestra autoridad y legitimidad”.
Similar es la visión desde la Confederación de Empresarios de Lugo (CEL). Su secretario xeral, Jaime López, achaca la situación de la CEG a “unha falta de adopción no seu momento de medidas claras de reestruturación, algo que a CEL vén demandando dende fai xa moito tempo e, con maior intensidade, dende fai, cando menos, ano e medio".
Optimismo en la CEG pese a despidos y recortes
Lo cierto es que actualmente la CEG tiene un déficit de tesorería reconocido de medio millón de euros, por lo que la reestructuración es imprescindible y pasaría por el despido inmediato de, al menos, cinco empleados, a los que se sumarían otros tantos a medio plazo. Y el resto estarían sometidos a una reducción salarial, cuyos porcentajes no se han precisado.
Son algunas de las medidas planteadas en el plan de viabilidad que el pasado viernes presentó el presidente a cinco entidades bancarias con el fin de lograr rehipotecar su sede por 1,5 millones de euros, para lo cual la CEG precisaría aprobar sus cuentas, algo que no ha conseguido en los dos últimos años.
Pese a todo ello, su presidente, Antonio Dieter Moure, se mostraba optimista tras esa reunión y ante “la buena disposición de los órganos de gobierno de la CEG sobre las medidas necesarias que estamos orientando". Sin duda un intento de cohesionar al empresariado gallego en uno de sus momentos más difíciles. En las próximas semanas se verá si es capaz finalmente de lograrlo.
(extracto del reportaje que se publicará en la revista ECO de mayo)
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