“Soy el único presidente de la Diputación que quería ser presidente de la Diputación”
Político casi desde la cuna, pasó por diversos cargos y administraciones hasta llegar “a lo más alto”: la provincia de Ourense. Desde esa atalaya asegura tener una perspectiva inigualable de la provincia y del mundo. Y quizá por eso ha obtenido los mejores resultados electorales de la historia del PPdeG. Pero Manuel Baltar advierte que aún no ha tocado techo electoral; profesional sí, porque no hay cargo más importante que el que ostenta. Hablamos con la persona que siempre soñó con ser presidente de la Diputación de Ourense.
Casi cinco años al frente de la Diputación ¿qué balance hace?
Llegué a la Diputación en el año 12 con una crisis económica patente. Hubo que hacer una planificación, así que hicimos un plan de mandato que no tenía ninguna otra Diputación en España. Se llamó el “Ourense 92” y consiguió adaptar la institución a los nuevos tiempos, con un componente de reducción de gasto público más que interesante. Estábamos en un 116 % de endeudamiento, hoy estamos en un 20 % –la reducción ha sido espectacular– y estaremos en cero el 26 de mayo del 19, que será cuando se celebren las próximas elecciones locales –y al Parlamento Europeo–. Pagábamos a 180 días de media y estamos en 12. Hemos tenido el mayor remanente de la historia en tesorería […] Y todo esto ha llevado a que la Diputación esté en el mejor momento económico de la historia.
Eso en el plano de gestión, pero en el del “marketing” se aprecia también un cambio importante. Ha creado la “marca Ourense” y ha convertido la “Ourensanía”, en casi hastag obligado al hablar de la provincia…
El anterior mandato fue más económico, porque había que adaptar la institución a los nuevos tiempos y este es el de la provincia. No hay un solo foro de innovación en la provincia en el que no esté la Diputación de forma activa. En el 2014 hicimos la primera conferencia de presidentes de gobiernos provinciales –seguida por Badajoz y este año Segovia–, en la que los 45 gobiernos provinciales hablamos de nuestras preocupaciones y vemos los proyectos que tienen otros para incorporarlos. Estamos en la Junta de Gobierno de la Federación Española de Municipios y Provincias –solo hay dos gallegos, Abel Caballero y Manuel Baltar–, y somos la única Diputación gallega con mayoría absoluta. Y soy el único presidente de la Diputación que quería ser presidente de la Diputación y que quería serlo con un programa de gobierno, que es el “15-19”, con 77 medidas que todo el mundo puede comprobar que se están cumpliendo porque decimos el mes y el año en que serán efectivas. Todo el mundo sabe que los programas electorales suelen ser una concatenación de frases generalistas; pues aquí se fijan objetivos y fechas.
Quería ser presidente de la Diputación. ¿Tenía muy claro lo que quería hacer cuando llegó?
Mi partido me propuso como candidato, en coherencia con lo que llevo reclamando desde el minuto 1: que las Diputaciones provinciales sean elegidas directamente por los ciudadanos, que es además lo que nos impide firmar la Carta de Autonomía Local de la UE y que más pronto que tarde será una realidad. Y cuando llegué tenía clarísimo el principal objetivo: acercar la Diputación al ciudadano y a los concellos, con una carta de servicios única en Galicia –y casi en España– en la que decimos qué hacemos, quién es el responsable y el tiempo máximo del procedimiento. Y que se incrementa día a día […]
Pese a todo esto, Ourense tiene un problema, compartido con Galicia, con España y mismo con Europa pero que aquí es, si cabe, más grave… el demográfico. ¿Servirá todo esto para solventar el crecimiento negativo a corto o medio plazo?
Como dices, no es un problema exclusivo y, de hecho, es un tema recurrente desde hace tiempo en las reuniones de presidentes provinciales. El Gobierno ahora ha montado una Comisión presidida, por cierto, por una exsenadora y miembro del comité de dirección del PP de Ourense, Edelmira Barreira. Nosotros elaboramos hace tres años un decálogo sobre este tema y somos la primera Diputación que da ayudas a la natalidad. Sabemos que no es la solución, pero ayuda a fijar población, junto con otros planes como el de desarrollo del sector agroalimentario […]
Yo soy un gran creyente en la provincia de Ourense; sé que hay un aspecto demográfico pero también sé que hay administraciones, como esta, que saben perfectamente adónde tienen que ir, y así lo vemos con los resultados del Observatorio Económico de Ourense –por cierto, un instrumento que solo tenemos nosotros–, y que nos da información detallada y actualizada de la provincia y de los 92 concellos.
¿Qué papel que deberían jugar los municipios en el actual mapa político?
Para esto hay que ver qué pasó en los sitios donde se modificó el mapa municipal –Italia quiere volver atrás–, y si es un problema exclusivamente gallego. En Burgos hay 378 ayuntamientos y 654 entidades locales mayores el presidente de la Diputación quiere reunirse con los responsables locales y son más de mil personas.
Y eso no parece operativo…
No. Pero debe ser una decisión nacional y que tenga en cuenta muchas cuestiones: demográficas, de dispersión, de financiación… Nosotros aquí fusionamos servicios; la Diputación se encarga de la recogida de basuras, de la gestión y recaudación de tributos locales, de los animales abandonados…, pero los ayuntamientos no pierden identidad política. Yo creo que hay que tener en cuenta el peso de la historia, de la tradición y de la identidad. Y me gusta que se tenga en cuenta la opinión de los pequeños y que no todas las decisiones se tomen en una mesa caoba a 500 kilómetros de distancia en función de no se sabe qué intereses, casi siempre oscuros.
(Extracto de la entrevista que se puede leer completa en el número 310 – marzo 2017)
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